Respecto a la primera semana del mes de mayo, solo tuvimos
un día de clase en el cual le planteamos dudas sobre el proyecto que tenemos
que llevar a cabo a nuestro profesor, Carles Monclús, con el fin de adelantar y
conocer más sobre nuestro trabajo.
Por otra parte, en nuestro grupo, mientras realizábamos
dicho trabajo, el cual consiste en la promoción de la relación entre las
personas mayores y los jóvenes de instituto, nos surgió el debate del
ciberacoso en la actualidad, ya que el bullying
ha existido toda la vida, sin embargo, cuando nosotras íbamos al instituto las
tecnologías no estaban tan presentes en nuestras vidas como en los tiempos
actuales. Teníamos la curiosidad de si los adolescentes de ahora tenían a mano
la suficiente información y/o ayuda para superar estos casos o hacerles frente.
En nuestra búsqueda para responder a nuestra pregunta encontramos una pagina
web en la cual encontramos tanto información sobre el ciber acoso, como de la
normativa de las redes o consejos diversos cuando nos encontramos en
situaciones de tal calibre. También, para los más pequeños, hallamos juegos y
recursos electrónicos para educar en valores y en educación internautica.
No obstante, a pesar de tener páginas webs como esta y de
ser un tema tratado habitualmente en nuestras vidas, nuestro país, España,
continúa siendo uno de los países con mas ciberacoso en menores. Y es que, el
odio ha resultado ser más fácil de expresar que el respeto o la empatía y el
insulto tras una pantalla ha desembocado en el desahogo más fácil para todos y
todas, el siglo XXI parece que, mas que ser una evolución hacia un mundo y una
sociedad mejor y mas igualitaria para todos, ha concluido en un aumento del
insulto fácil y la crítica, incluso encontramos comentarios como la inducción al
suicidio o a trastornos alimenticios, entre otras muchas cosas graves.
Para concluir, creemos necesarias más leyes y más
repercusiones respecto a este tipo de acoso, sin infravalorar lo demás, y más
educación en valores en todos los aspectos que rodean a niños y mayores.
Carolina Alagarda Mansilla.
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